
Celia y Txabi, cambia tu suerte…
Las bodas en el norte son mi debilidad y más si están tan cargadas de detalles como la de Celia y Txabi.. Supongo que, como siempre dicen, la tierra tira. Su historia y sus tatuajes de “change your luck” (el de ella en el brazo, el de él en la espalda), cada uno de los rincones maravillosos que el equipo de Marketing for Lemons diseñó para sorprender a los invitados… todo en esta boda es especial.
Txabi y Celia se conocieron cuando ella tenía 16 años y él 20… Les es imposible volver la vista atrás e imaginarse esos años el uno sin el otro. De una u otra forma, siempre estuvieron juntos.
Tenían claro con quien contarían para acompañarles en cada paso a tomar de cara a los preparativos. El equipo de Marketing for Lemons les ayudó a marcar los tiempos y planificar cada detalle, les acompañó a elegir sus respectivos trajes y se encargó de toda la producción y decoración de su día. Para ello contaron también con la ayuda de las madres de los dos, que disfrutaron muchísimo implicándose y tuvieron una sintonía perfecta con el “equipo limonero” (aunque es cierto que, si destacan por algo, es porque con ellas, todo se hace fácil).
Celia eligió un precioso Paredero Quirós, que combinó con un tocado de mi querida Alial Millinery, zapatos de Buttari, ramo de Fiore y joyas de Agatha y Tous. La maquilló y peinó Lucía Yuste de Special Thinkgs.
Txabi eligió traje, camisa, corbata y chaleco de Scalpers… bueno, podemos decir que eligió un “total look Scalpers” porque sus gemelos, zapatos y hasta los calcetines, también eran de la marca.
Ceremonia y celebración tuvieron lugar en el maravilloso castillo de Arteaga, famoso por su belleza y por haber sido una de las residencias preferidas de la emperatriz Eugenia de Montijo.
Para la ceremonia civil al aire libre, Marketing for Lemons preparó un precioso altar en la explanada que rodea al castillo así como una elegante decoración en el interior. Contaron con las preciosas flores de Fiore. Celia recuerda con una sonrisa como Txabi le repetía constantemente lo preciosa que estaba y como estaba aguantando porque no quería llorar.
Abrieron el baile con “Corazón” de Fuel Fandango, bailándola como si no hubiese un mañana mientras los invitados se miraban con asombro porque casi ninguno la conocía. Y a ritmo de los latidos de ese “Corazón” comenzó una nueva etapa de su preciosa historia.
Todas las maravillosas fotografías son de Forester Fotógrafos.
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