¿Quieres una sonrisa blanca y sana? ¡Sigue estos consejos!
Foto: La Mar Studio
Siempre he pensado que la sonrisa es la mejor tarjeta de presentación de una persona. Unos dientes descuidados pueden echar a perder un rostro bonito y unos cuidados dar luz a uno que no lo es tanto. Además es un hecho que quien se siente seguro de su sonrisa, sonríe más y eso sólo puede traer cosas positivas. Todo eso sin contar lo más imporante: tener una boca cuidada no es sólo importante por estética, sino sobre todo por salud.
Pero ¿los cuidamos como debemos?… Muchas veces, sin saberlo, hacemos las cosas de forma equivocada. Por eso siempre es importante ponerse en manos de un buen profesional que nos asesore y nos diga cómo cuidarnos.
Desde hace años, para mí esa persona es Sandra, de la Clínica Smiling. Ella no sólo cuida mi boca para que esté sana y bonita, sino que me ha ayudado a saber cuáles son las cosas que, sin saberlo, no estaba haciendo bien.
Hoy quiero compartir con vosotros algunas acerca del blanquemiento dental:
Como os decía, en el cuidado de la boca, antes de la estética, hay que tener en cuenta la salud. Por eso, antes de cualquier blanqueamiento, Sandra recomienda una primera visita al dentista para vigilar caries, dientes rotos, estado de la dentina o cualquier otro problema. Una vez sepamos que nuestra boca está sana, podremos dar el siguiente paso.
2) Ponte en manos de un profesional
Nada de métodos caseros o, aún peor, comprados en internet sin ninguna garantía… No sólo muy probablemente no sean efectivos, sino que además puede que sean peligrosos para tus dientes y acaben causando males mayores.
Los dentífricos blanqueadores convencionales que se encuentran en supermecados y parafarmacias en general no funcionan, aunque pueda parecerte que sí. Lo que realmente ocurre es que contienen ingredientes abrasivos que pueden eliminar las manchas superficiales, dando la impresión de que los dientes se vuelven más blancos cuando lo que realmente hacen es dañar el esmalte debido a esa abrasión.
Un profesional te dirá cuál es el tratamiento que más te conviene según el estado y color original de tus dientes. Actualmente, hay tratamientos como el Zoom de Phillips (uno de los más recomendados y demandados por los pacientes de Sandra) que además de eliminar incómodos efectos secundarios como la sensibilidad dental consiguen blanquear la dentadura en sólo una sesión.
3) Sé realista con tus expectativas
El tono final de tus dientes tras el blanqueamiento depende de muchos factores, el primero y más importante, el tono original de los mismos. Porque sí, al igual que cada uno de nosotros tiene un tono de piel diferente, lo mismo ocurre con el tono de los dientes. Lo que es seguro es que tus dientes se verán más blancos y sanos.
4) Cuídate para mantener sus efectos
Cepillarse los dientes de forma regular es la mejor forma de mantener los efectos de un blanquamiento, pero eso sí, hay que hacerlo de forma correcta.
Es importante contar con un buen cepillo dental. En general, los cepillos eléctricos consiguen mantener más a raya la placa bacteriana y cuidar el esmalte al ejercer la presión adecuada sobre la superficie dental.
En cuanto a dentífricos y colutorios, lo mejor es adquirir una marca profesional recomendada por tu dentista. Sandra lo tiene claro y confía en los productos de la gama White de Kin.
¿Tenéis más dudas? ¿Buscáis una sonrisa blanca y sana? ¡Pues os recomiendo que os paséis por Clínica Smiling para que Sandra os eche un vistazo! No os arrepentiréis ;).