12 marzo, 2013
en
Bodas
By
Raquel Canseco
Esta es Lucía.

Se me hace raro verla tan seria cuando es la alegría personificada (y más todavía desde que llegó Paxarito).

De Lucía ya os he hablado antes… de hecho os hablé de ella en el primer post:
“Gracias. A Lucía, porque no se conformó con dar forma a una idea y fue más allá: la hizo suya y la hizo más grande… Nadie que no hubiese sido ella hubiese conseguido dibujar a Dorothy tal y como yo la imaginaba”.
Sí, hablaba de Lucía Be 😉
¿Y qué os cuento de ella? Tengo tantas cosas que decir que no sé por dónde empezar… Y es una batalla perdida, porque antes de empezar sé que el post se que se me va a quedar corto…
Porque Lucía es como una mujer orquesta que lo mismo te hace una lámina personalizada que una invitación de boda o que un tocado… o le da por ponerse perdida de purpurina roja haciendo tarjetas y luego escribe un post para contarlo en su blog… Y cada una de esas cosas, la hace pero que muy bien. Y siendo madre. Apuesto a que fue malabarista del Circo del Sol en su vida anterior.

Hoy voy a enseñaros algunos, sólo algunos, de sus trabajos de ilustración… Para que os pique la curiosidad y visitéis su web, donde los tenéis todos. Si queréis marcaros un detalle con vuestro novio, madre o amiga del alma, sus láminas personalizadas serán un regalo único.

Y si sois novias, no se me ocurre nadie mejor al que confiarle el diseño de vuestra papelería o vuestro tocado para el gran día (sus tocados merecen un post aparte y además la colección 2013 es espectacular). Pero como os digo, el mundo de Bodas Lucía Be se merece otro post.
Recuerdo que hace poquito, Indara, de El Sofá Amarillo hablaba en su blog de cómo a veces, coges un cariño tremendo a alguien a quien no has visto nunca (y además hablaba también, casualmente, de la misma persona ;))… Pues muy bien, desde que hace unos meses cruzamos nuestro primer email, desde nuestra primera llamada, desde que pongo voz a sus aventuras en el blog, desde que veo la foto de Paxarito cuando nos cruzamos whatsapps… esa es justo la sensación que tengo con la protagonista de este post. Y algo me dice que sólo puede ir a mejor.
– Dorothy –